Volvimos, un año después, a la tierra del tesoro, buscando reparación del 7-1 que los buenos amigos villeneros nos endosaron en primera provincial en la temporada pasada. Nosotros, casi los mismos. Ellos, también, pero con una joya en el séptimo tablero: Antonio Pérez Roses, un gran jugador que, de no haber abandonado la práctica del ajedrez, tendría un nivel similar al del MI Antonio Granero. Para mi, dos de los más grandes jugadores que hemos tenido en la provincia.
En esta ocasión, el encuentro fue más igualado, aunque al final los puntos se quedaron en Villena, con justicia y emoción.
Martí consiguió este año vencer en una partida muy interesante, "vengando" su derrota del año pasado. Ariadna y Ana jugaron algo blandas para su nivel, y rindieron el rey sin demasiadas complicaciones para sus rivales. Juan Pedro jugó una partida de ataque. Sí, repetimos, habeis leído bien, ATAQUE, y ganó brillantemente. José Manuel Magdaleno, y esto me alegra, jugó una muy buena partida, como casi siempre, pero esta vez se vió recompensado por la victoria. Se lo merecía el mediano de los Magdaleno. José David perdió con Roses, al que resisitió bastante, pero, para mí, Antonio era el jugador con mayor comprensión de los 16 que estábamos allí. Duro lance para Gladiator.
Y llegamos a las dos últimas partidas: Domene y Luis. El Maestro de Aspépolis jugó una buena partida, en la que siempre tuvo ventaja, aunque su rival consiguió mucho contrajuego. La posición debía de ser tablas, que Luis podía forzar con jaque continuo, pero trató de ganar, ya que Domene estaba mucho peor. Al final perdió y a Domene le dieron continuo para forzar las tablas y con ello la victoria local.
Enhorabuena a nuestros amigos de Villena. Esperamos encontrarnos con ellos el año que viene, en Segunda Autonómica, aunque fácil no lo vamos a tener.
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