Interclubs R3: haciendo equipo.



Puche II: tres grandes partidas, sin suerte


Las huestes de General Magdaleno, visitamos la capital de la Montaña, Alcoi. Allá donde reparten el frío de toda la provincia, fuimos a batirnos en duelo con el equipo B de Lady Ana Shepherd. Veníamos parte de la tropa de acompañar a nuestros aguiluchos al torneo del CPPintor Sorolla, algo cansados por el trajín, pero ahitos de McNuggets y salsa barbacoa. No terminó ahí el viaje gastronómico, pero eso lo dejamos para más adelante.





Nos sentamos  con la esperanza de lograr un buen resultado. Y comenzamos bien. El sargento Domene jugó una buena partida estratégica, ganando el final de peones con una sencillez Smysloviana:
1-0 y todo el equipo dándole la enhorabuena, pues era un gran comienzo para un match muy duro.

No tardaría en mejorar el marcador nuestro Maestro de Aspépolis: una siciliana con blancas, el negro deja débiles las casillas blancas, y nuestro capitán que pasa por ellas todas sus piezas, en busca del rey rival.
2-0



Rubén Sánchez, cada vez mejor



No tardaron en llegar los apuros en el marcador: Rubén sufre una ceguera y, al pensar que perdía dama, sacrificó una pieza para salvarla. No era así, y el sacrificio fue en vano. Luego luchó denodadamente por remontar, pero el alcoyano era hombre experto, y no se dejó liar. Es una lástima, porque Rubén está jugando verdaderamente bien, y sólo le falta algo de rodaje: en la ronda 2 contra Novelda, abandonó en posición de tablas, y este sábado no tenía mala posición cuando se equivocó. Todos estamos deseando que gane una partida, porque el equipo está con él a muerte.

Luego fue José Manuel Magdaleno el que perdió: omitió un golpe táctico que le dejaba en posición desesperada. Tampoco está teniendo suerte nuestro Puche II, que juega mucho mejor que sus rivales, pero no logra puntuar. No tardará mucho, porque está muy fuerte.

Todo esto, igualaba a dos el marcador. La capitana de Alcoy propone: ¿4-4? El Maestro de Aspépolis replica: no hacemos prisioneros, a muerte. Mosqueo alcoyano, y sonrisita del General Magdaleno.

Las partidas restantes auguraban un final infartable: Martí, mucho mejor; Magdaleno, mejor; Ana, mejor. José David, algo peor. Pero sólo la de José Manuel aseguraba el punto. En una reunión de capitanes, pública y sin trampa ni cartón, miramos a Cerebrín, que afirma: Gano. El General Magdaleno no es tan explícito, pero las posibilidades de su partida son muy amplias. La partida de José David está complicada, así que nos encomendamos a Santa Ana: ¿Y si le pides tablas? En eso pasa por allí la capitana de Alcoy: ahora le digo a mi jugadora que no las acepte. Como un rayo, Ana se sienta, ofrece tablas y la rival que acepta sin que la capi de la Montaña llegue a intervenir. Cuando las ve firmar las planillas, pregunta: ¿Qué ha pasado? Tablas, contesta el de Aspépolis. Nuevo cabreo alcoyano.

José Manuel gana con gran técnica su final, al igual que el General, que demuestra su temple en un final de caballo. 4,5-2,5. Avisamos a José David de la victoria, porque el hombre estaba bastante nervioso. Se tranquiliza, pero el final estaba perdido, y no consigue defenderlo. De todas formas, Gladiator va cogiendo experiencia, que es lo que le hace falta para mejorar, porque ganas y humildad le sobran a capazos. Ya quisieran para sí alguna de las jóvenes grandes figuras a las que nos enfrentamos, gozar de la mínima parte de virtudes como persona y deportista que José David atesora: no le importa jugar en el equipo A o en el B. Lo hace siempre con la misma ilusión; no falla a ningún entreno y pregunta todas las dudas, escuchando atentamente, aunque la explicación venga de un compañero más joven que él. Lucha sus partidas hasta el final, y estamos seguros que, con el tiempo, no demasiado, se convertirá en un rival terrible para nuestros adversarios.

Escudo CA Alcoy

Un buen trabajo en equipo, con todos apoyándose mutuamente, y buscando lo mejor para nuestro CA Aspe.

El equipo B se desplazó hasta Benidorm, para enfrentarse al Club Ajedrez Illa de Benidorm. Un club recién fundado, con pocos componentes, pero muy ilusionados con su nuevo proyecto. Nosotros presentamos un equipo muy joven: Manu, Nico, Elena y Andrea. Nuestra media de edad rondaba los 8 años. Ellos, un joven de 15 años y tres granados mosqueteros, que trataron de cine a nuestros grumetes. Trataron de plantar cara con las armas de las que disponen: centro, desarrollo y enroque. Claro, es poca artillería para tan recia muralla, pero se batieron el cobre, y sobre todo, se lo pasaron en grande.

Además, nuestro B iba muy arropado por el Capitán General Magdaleno (padre) y mamá Puche, por Ana, mami de Manu y Nico, y María Elvira, mamá de Andrea. Los nanos tendrán muchas más oportunidades de jugar en el equipo, para ir practicando lo aprendido.

En resumen, una completa jornada ajedrecística, que nos llenó a todos de satisfacción, tanto por el buen resultado del A, como por ver a la cantera moviendo trebejos.