Se acabó

     Mañana 30 de Octubre, se celebran las Elecciones a la Asamblea de la Federación de Ajedrez de nuestra Comunidad, la querida FACV. Me siento muy orgulloso de haber podido trabajar durante casi tres años, con un grupo de personas por las que hoy en día siento un gran afecto y respeto. Sobre todo con su Presidente, Pedro López, que ha demostrado una confianza ciega en mí, lo que me abruma y asusta al mismo tiempo. Hay tres cosas que no olvidaré de este periodo como Delegado de Alicante: una, mis errores, para aprender de ellos. Otra, mi amistad con Pedro: impagable. La tercera es la ayuda que me han prestado mis compañeros del Club Ajedrez Aspe: sin Manolo, Juan Pedro, los dos José Manueles, la familia Erades al completo, mi trabajo hubiera sido prácticamente inviable. Y no me olvido de las chicas de mi casa, que han soportado horas perdidas a la familia, llamadas constantes a deshoras, críticas, justificadas o no. Sobre todo, han aguantado ese silencio que me invade cuando, hagas lo que hagas, siempre hay alguien a quien le parece mal, y a ti te fastidia porque no quieres perjudicar a nadie.

     Mañana, repito, se acaba todo. Iré a depositar mi voto para mi candidato, y a partir de ese momento, mi preocupacíón ajedrecística se limitará a mi ajedrez, el de mi hija, y el de mi club en el reino de Aspépolis, como dice el gran José Manuel Martí. De bien nacidos es ser agradecidos, y todo lo que me han dado en las orillas del Tarafa debo devolverlo con creces. Y además, me siento como en mi casa. ¿Qué mejor que eso?

    Gracias a todos. Manolo, Antonio, Pilar, Juan Pedro, José Manuel, Ana...